El branding es un anglicismo empleado en marketing para definir es el proceso de hacer y construir una marca mediante un nombre y/o logotipo. Cualquier diseño debe contar con cuatro aspectos determinantes: consistencia, transparencia, sencillez y personalidad. Pero realizar un ejercicio de rebranding puede ser uno de los momentos más críticos para que una empresa o compañía. Hace pocos días, Zara presentó su nuevo logotipo y las reacciones no se han hecho esperar. Todo cambio implica una pérdida de identidad, pero las empresas necesitan adaptarse a los nuevos tiempos, a los nuevos clientes.

Desde su fundación en 1974, es la segunda vez que Zara cambia su logotipo. Como siempre, las críticas y los halagos se han repartido por igual entre diseñadores, expertos y clientes. Cambiar es lo que tiene: gusta a unos; desagrada a otros. Muchos piensan que si algo funciona no debe cambiarse, pero el mundo se mueve, está en continua transformación y las empresas también. Los objetivos de antes no son los de ahora. En el caso de Zara, su público puede ser fiel, pero la compañía debe estar en continua adaptación para explorar entre nuevos públicos.

La fiebre por la remodelación de los logos de las grandes marcas comenzó hace relativamente poco tiempo. Firmas como Yves Saint Laurent, Burberry, Balmain o Balenciaga ha cambiado su logotipo bajo un mismo patrón: letra sin “serif” (exenta de terminaciones), ni ornamentos, todo muy aséptico y en negrita. La razón esencial es que funcionan mejor en internet y especialmente en el universo móvil, al tiempo que se adaptan de un modo mucho más sencillo a lo que requieren las redes sociales.

Las modas van y vienen y el mundo del diseño ocurre igualmente. Los clásicos y los trazos icónicos con los que se relacionaban las marcas más clásicas y centenarias han pasado a mejor vida. Hoy priman las fuentes limpias, de gran interés visual, gracias a las letras entrelazadas, las líneas curvas y el tamaño de letra más grande.

En el caso de Zara, la agencia de publicidad Baron & Baron, fundada por el editor y director artístico francés Fabien Baron, ha sido la encargada de modificar el logotipo de la firma estrella del Grupo Inditex. Dos aspectos parecen argumentar el proceso de renovación vivido en el buque insignia del gigante creado por Amancio Ortega. Los nuevos públicos y la adaptación tecnológica, puesto que, en noviembre comenzó el relanzamiento de su página web que amplió su tienda online hasta llegar a 106 mercados más.

Es sabido que lo antiguo no atrae a los jóvenes. Esa es la apuesta por los nuevos públicos que quiere hacer Zara con su nueva imagen corporativa, ya que busca llegar a un tipo de cliente que aún no las consume, además de optar por convertirse en algo aspiracional. Por otro lado, está la adaptación tecnológica con un rediseño moderno y fresco, ya que cada vez más se asocia la tecnología con el poder económico y adquisitivo con determinadas capas de la sociedad.

La esencia del nuevo logo de Zara

El nuevo logo de Zara, aunque no es tan aséptico y ‘limpio’ como el de las marcas de lujo, se posiciona en ese universo de ostentación y magnificencia. Usa el juego del blanco contra el negro para resaltar la elegancia, junta más las letras y añade elementos más curvos para provocar un cierto aire más sofisticado, más como las compañías de lujo estaban haciendo antes de volverse minimalistas.

De hecho, algunos analistas ya creen que la clave del nuevo logo está justamente en la idea de reconectar con ese legado y con esa idea de cómo eran antes las cosas. De este modo, como señalan en FastCompany, Zara “consigue destacar, mostrarse con una identidad mucho más propia y logra no quedar sepultada en el mismo saco que la avalancha de nuevos logos asépticos – y quizás aburridos – de las compañías de lujo”. Por su parte, los usuarios en las redes sociales ya han mostrado su parecer en cuanto al cambio de Zara y parece no haber gustado mucho. Las críticas más repetidas son que ha perdido legilibilidad y que se parece en exceso a algunos logos de revistas de moda.

Sea como fuere, año nuevo, imagen nueva. Año nuevo, debate nuevo. Un debate internacional con el que el gigante español de la moda ha conseguido, indirecta y nuevamente, su objetivo: hacer que todo el mundo hable de él.