El primer barómetro sobre Teletrabajo en microempresas y autónomos que ha realizado la firma La Neurona ha obtenido interesantes resultados. La crisis sanitaria ha sacudido las vidas de millones de trabajadores, provocando la llegada inesperada del teletrabajo y las buenas sensaciones y ciertos inconvenientes entre los diversos colectivos. Lo analizamos en nuestro Blog.
El 85,4% de los autónomos y microempresas declaran que mantendrán el teletrabajo en sus negocios, al menos un día por semana. Esta es una de las principales reflexiones que arroja el barómetro sobre teletrabajo que ha realizado La Neurona con el apoyo de Vodafone Business, entre 20.000 empresas españolas. El estudio ha constatado que el teletrabajo ha sido la vía para dar continuidad al negocio, en el caso del 69,1% de los encuestados, frente al 24,8% que manifestaron no hacerlo. Dentro de ese porcentaje negativo, la explicación ofrecida es que no pueden llevarlo a cabo porque su propia actividad limita la adaptación. Solamente un 6,1% indicó que todavía necesitaban adaptar su negocio o actividad para poder llevarlo a cabo.
La pandemia del COVID-19 ha permitido que el teletrabajo haya calado entre ese tejido productivo de microempresas y autónomos, ya que en las grandes corporaciones y en las multinacionales llevaba varios años implantándose de manera regular. La experiencia que se ha vivido durante el confinamiento ha hecho que un porcentaje muy elevado de microempresas adopten esta práctica (53,3%) por la buena acogida que ha tenido entre sus empleados, además de por los buenos resultados derivados a nivel de productividad. De hecho, tras observar los resultados obtenidos, parece que el teletrabajo se mantendrá en las estructuras de las microempresas y los autónomos al menos un día a la semana en los próximos años.
Uno de los aspectos curiosos del estudio señala que a pesar de que el 62,5% de las empresas encuestadas reconoce que la tecnología es fundamental para el desarrollo del negocio y del teletrabajo, aunque más del 52% afirma no haber realizado ningún tipo de inversión para potenciar dicho elemento. Las firmas que sí invirtieron lo hicieron en dispositivos (74,1%), en líneas telefónicas (45%), en seguridad de las comunicaciones (30,3%), en servicios de nube (50,6%) y en otro tipo de temas como software, licencias, servicios de VPN o plataformas de videoconferencias (11,6%).
Entre las principales dificultades que se han encontrado las empresas para poner en marcha el teletrabajo se encuentran la poca preparación y la escasa implantación que había hasta el momento. La crisis sanitaria ha precipitado la llegada del teletrabajo a este tipo de pequeñas compañías y sus gestores han puesto de manifiesto que solamente el 29,4% se encontraban capacitados para teletrabajar en algunas áreas y un 12,5% ni lo estaban. Asimismo, otro de los datos que se desprende es la falta de cultura empresarial cuando se habla de trabajo en remoto, pues solamente el 40,7% de las empresas destinaban al menos un día a la semana al teletrabajo, mientras que el 54,8% no lo hacían.
Opiniones y teletrabajo, más positivas que negativas
Como se suele decir, en cuestión de gustos, colores y opiniones, de todo hay en la viña del Señor. Según se va implantando el trabajo en casa, las opiniones positivas van ganando terreno a las negativas. Un ejemplo es lo que opinaba hace un mes el CEO de Twitter, Jack Dorsey que anunció que la empresa permitirá a sus empleados teletrabajar “desde sus hogares para siempre, incluso después de que pase el bloqueo provocado por la pandemia del coranavirus”. Dorsey puntualizaba que será posible para los trabajos que requieran presencia física, como el mantenimiento de servidores.
Otros empresarios no ven tan claro que el teletrabajo sea tan positivo como se viene indicando en diversos sectores. Sobre todo, se basan en las opiniones de los propios trabajadores que tienen sensación de soledad extrema y un trato muy impersonal con la empresa. Asimismo, los empresarios indican que es más difícil organizar el trabajo en equipo cuando la empresa decide implementar el teletrabajo.
Por último, la llegada de teletrabajo requiere de una regulación que los gobiernos han comenzado a preparar con urgencia. En España, la encargada es la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz que ha indicado que “vamos a lanzar con prontitud la Ley Reguladora del Trabajo a Distancia para respetar los derechos de descanso diarios y semanales que obliga el Estatuto de los Trabajadores; los derechos de conciliación y el derecho de desconexión, además de practicarse una evaluación de prevención de riesgos laborales”.
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