Es el término de moda. Nada escapa al Big Data. Su salto a la fama, al conocimiento del gran público, fue gracias al deporte. Hasta hace poco un partido de fútbol se veía como una espiral de emociones y pasión por unos colores. Desde hace años, durante el transcurso de un partido se capturan alrededor de ocho millones de datos, que procesados correctamente pueden ofrecer interesantes conclusiones. En Inglaterra, la gran mayoría de clubes ya disponen de esta herramienta y tienen en plantilla a matemáticos para procesar y tratar esa ingente cantidad de datos. En este contexto, descubrimos cuáles pueden ser sus aplicaciones en el mundo del marketing.

Hablar de Big Data es hablar de ingentes volúmenes de información recogida en tiempo real. Parece algo sencillo, pero en realidad el proceso comprende datos que hay que procesar con sistemas de gestión y/o aplicaciones tradicionales. Toda esta complicación se ve salpicada por la velocidad con la que el sistema evoluciona, que ve como cada día manan nuevos dispositivos, aplicaciones o programas que van haciendo más compleja la elección del camino a seguir.

Lo que queda claro es que el Big Data puede ayudar en cualquier sector profesional y el marketing no iba a ser menos. Recordemos que el marketing incluye las 4P (product, placement, price y promotion) y aunque algunos han señalado también su influencia en la publicidad, la gran mayoría de expertos incluyen a la publicidad dentro del rol del marketing. En este sentido, el marketing se valdría del Big Data para desarrollar y gestionar mejores estrategias de publicidad.

Una de las primeras especialistas en anunciar cómo afectaría el Big Data al marketing fue Lisa Arthur. La americana fue de las primeras en señalar que cada vez que navegamos por internet, nuestra visita va dejando una estela de datos sobre quiénes somos, qué nos gusta, qué buscamos, cuáles son nuestros gustos y preferencias, etc. Es el momento donde los especialistas en Big Data extraen y gestionan todos esos datos para conocer el comportamiento de sus clientes y de usuarios, que podrían convertirse en futuros clientes.

Otros investigadores del tema han llegado a plantear que el Big Data será esencial en un futuro no muy lejano para resolver los grandes problemas de la humanidad. Entre esas dificultades se encontraría alimentar a parte de la población desnutrida del mundo; ofrecer atención médica en lugares donde se hace necesario de manera urgente; proveer de manera estratégica energía eléctrica a partes de planeta o enfrentarse al calentamiento global del mundo y al cambio climático que tanto preocupa a los gestores mundiales.

Como hemos comprobado, y dejando aparte los inconvenientes técnicos, el Big Data es una herramienta esencial e imprescindible para los responsables de marketing. Les ayudará a conocer a los consumidores, sus tendencias de consumo y de comportamiento, intereses o gustos; les asistirá a la hora de tomar decisiones claves y, por últimos, les ayudará a disponer de información sustancial para el futuro de la compañía.

Cada negocio tiene sus propias necesidades de análisis y los usos del Big Data se van extendiendo, dependiendo del campo, del servicio o producto y la reacción de la audiencia. Lo que recomiendan los expertos es tener muy claro desde el inicio qué tipo de datos nos interesan obtener para lograr estrategias efectivas que se traduzcan en ganancias para el negocio en el que trabajamos. Una vez que tenemos recopilados los datos, ¿Qué podemos hacer con ellos? ¿Cómo los podemos cocinar? ¿Qué información nos interesa más?

Aquí van algunas ideas:

1.- Aplicar estrategias personalizadas. Con los datos que tenemos en nuestro poder, podremos diseñar campañas personalizadas y específicas gracias a los datos puntuales como la geolocalización de nuestros consumidores o su rango de edad.

2.- Segmentar la audiencia. A diferencia de otras épocas donde había comparar datos al final de la campaña, el Big Data ofrece segmentar la audiencia tanto como se quiera y evaluar semana a semana la evolución de nuestros productos y el interés de nuestros clientes, lo que nos permite ajustar las tareas sobre la marcha.

3.- Oportunidades de ventas. Con los datos que poseemos, podemos ver los gustos de nuestros clientes, qué quieren, qué dejan de usar, qué productos reemplazan habitualmente. Con dicha indagación, podemos aprovechar para hacerle llegar productos similares o complementarios de nuestra gama de género.

4.- Aprovechar las tendencias de mercado. Igualmente, los datos que ofrece el Big Data nos permiten saber qué piensan nuestros clientes sobre nuestros productos. Esas reseñas nos otorgarán información para lanzar nuevos servicios, reforzar campañas de productos que generan dudas y, por último, retirar del mercado los que no gozan de las ventas previstas por el equipo de marketing.