La semana pasada se hizo público que, a partir del próximo 29 de febrero, día significativo donde los haya, Sevilla y Estocolmo estarán conectadas mediante un vuelo regular que operará la compañía escandinava SAS. Se van cumpliendo así los objetivos planteados por el Ayuntamiento de Sevilla y su área de Turismo en el Plan Estratégico para la Mejora de la Conectividad Aérea de Sevilla 2018-20.
Esta noticia, se une a la de hace unos días que informaba de que el acuerdo para cerrar la conexión de nuestra ciudad con Nueva York está “a punto de caramelo”, y según ABC, será United Airlines la que operará esta ruta.
Si las expectativas se cumplen, podríamos estar hablando de que, para el próximo año, Sevilla podrá estar conectada, mediante vuelos directos, con cerca de una veintena de países. Esto, sin duda, será un aliciente para que Sevilla siga postulándose como uno de los principales destinos del sector MICE.
Pero además de por aire, Sevilla está conectada por tierra e incluso por vía fluvial con grandes ciudades españolas y europeas. Las infraestructuras construidas para la Exposición del 92 permiten, por ejemplo, llegar en tren, de manera directa o con escala, desde casi cualquier parte de España.
En el ámbito fluvial, desde hace unos años no es extraño ver en el muelle de las Delicias atracados grandes, y no tan grandes, “edificios flotantes” con bandera de distintos países. El fácil acceso a través del Gualdaquivir, unido a la climatología y el atractivo cultural y gastronómico de la ciudad han hecho que Sevilla se convierta en un destino indispensable dentro de la oferta de cruceros fluviales. Y todo parece indicar que la oferta va a seguir aumentando, pues es una de las apuestas del Puerto de Sevilla para los próximos años tal y como a comunicado la entidad portuaria tras su participación, la semana pasada en la Seatrade Europe, una de las ferias más relevantes del sector.
No importa por cuál de estas vías se decida llegar hasta la ciudad, ni el motivo por el que se venga. Lo verdaderamente importante es llegar hasta aquí y disfrutarla en toda su plenitud.
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