El pasado mes de febrero, la ciudad de Barcelona sufría un duro golpe. Se cancelaba el Mobile World Congress por cautela, ante las preocupantes noticias que llegaban de China e Italia por la crisis del Covid-19. A raíz de la pandemia, miles de actos, eventos y congresos se han cancelado en todo el mundo. Y esta situación ha creado un interesante debate: ¿asistimos a un cambio de tendencia a la hora de realizar eventos o será algo pasajero? Lo analizamos en nuestro Blog.

El mundo ha cambiado con la llegada de la pandemia del Covid-19. O por lo menos, puede que muchas cosas varíen en nuestra sociedad a partir de ahora. Una de ellas, es la manera de diseñar y acometer los congresos y eventos previstos para los próximos meses y principios de 2021. Las medidas de aislamiento y la imposibilidad de realizar desplazamientos, han provocado miles de suspensiones de ponencias, charlas y congresos. De hecho, los expertos anuncian que no se podrá volver a la antigua normalidad en nuestras vidas hasta que no se consiga una vacuna contra el coronavirus.

Por esa razón, muchas compañías ya han comenzado a pensar en un escenario virtual para poder acometer los proyectos que tenían en mente en el terreno de la organización de eventos. Tras la cancelación del Mobile Congress algunas firmas optaron por el streaming para poder hacer llegar sus avances y nuevos productos a sus clientes y público en general. Pero existen empresas que ofrecen plataformas tecnológicas para poder afrontar un desafío aún mayor: celebrar un gran congreso, entrar en una feria de muestras o asistir a una conferencia multitudinaria sin tener que salir de casa.

Y no hace falta salir de nuestro país para disponer de tecnología que nos permita disponer de espacios y alternativas para crear escenarios en 3D que permitan interactuar a cientos de personas en tiempo real. La plataforma tecnológica asturiana Virtway, a través de Walcon Virtual Events, ofrecen desde hace tiempo a los organizadores de ferias de todo el mundo de crear una versión virtual 3D su evento para que las empresas puedan seguir asistiendo –a través de sus dispositivos- a ese evento dentro de un entorno digital seguro.

Este virtual 3D permite que una persona desde su casa o centro de trabajo y, a través de un avatar, pueda recorrer una feria de muestras, realizar un curso, participar en una conferencia o registrarse como asistente en un congreso. Esta tecnología permite interactuar y comunicarse por voz con cientos o miles de avatares simultáneamente y en tiempo real, desplazándose en ese espacio virtual, intercambiando documentos y compartiendo información. Además, los asistentes pueden disfrutar de las ponencias y charlas en directo.

La utilización de este tipo de eventos virtuales cuenta con aspectos positivos como la reducción de costes y tiempo; la ampliación del área geográfica de participantes; la aportación de sostenibilidad medioambiental; la unión de trabajo y diversión y, por último, la gran cantidad de datos controlados que se manejan desde el inicio hasta la conclusión del acto y que podrá recibir el cliente.

Evidentemente, la situación que ha creado el Covid-19 ha hecho repuntar el interés de las empresas y compañías por este tipo de tecnología y que se planteen muy seriamente afrontar nuevos eventos bajo el apoyo de este sistema. De hecho, ya hay algunos ejemplos de iniciación de estas técnicas para interactuar sin riesgos y con absoluta confianza. Algunas marcas de juguetes están creando fiestas de cumpleaños virtuales para conectar con los consumidores y entidades culturales han utilizado estas herramientas para seguir llegando al público con visitas virtuales a espacios museísticos, conciertos musicales o para asistir a tertulias literarias.

El debate ya está planteado y el futuro dirá si este concepto de realización de eventos, apoyado en la tecnología, se impondrá o será una herramienta más en la paleta de decisiones de las compañías. El sentido común señala que la realización de eventos compaginará la presencia real con la virtual, según las necesidades y prioridades de cada cliente.